La II Cumbre Parlamentaria Mundial contra el Hambre y la Malnutrición se ha celebrado los días 15 y 16 de junio en Chile. Un espacio de intercambio y colaboración para impulsar acciones parlamentarias efectivas en la lucha contra el hambre y la malnutrición, promoviendo avances significativos en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La cumbre se celebra 5 años después de la primera y exitosa cumbre de Madrid en 2018, que reunió más de 200 parlamentarios de todo el mundo y exploró cómo las parlamentarias y los parlamentarios pueden utilizar sus competencias legislativas para promover la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición a escala global.
En esta segunda cumbre, organizada por la FAO, la eurodiputada Soraya Rodríguez Ramos ha intervenido telemáticamente en la sesión “Transformar los sistemas alimentarios para hacerlos más inclusivos, sostenibles y resilientes frente al cambio climático”. Rodríguez ha enfocado su intervención en la necesidad de fortalecer el diálogo parlamentario como una herramienta efectiva en la lucha contra el hambre a nivel mundial, desde su perspectiva como miembro de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria y de la Comisión de Desarrollo como firme defensora de las Alianzas Parlamentarias contra el hambre y la desnutrición.
La eurodiputada ha comenzado su intervención destacando la alarmante cifra de 828 millones de personas que sufren hambre diariamente, un aumento de 150 millones desde el inicio de la pandemia de la COVID-19. La situación ha empeorado debido a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, lo que ha agravado la distribución desigual del hambre en el mundo, concentrándose principalmente en países como Afganistán, la República Democrática del Congo, Etiopía y algunas partes de Nigeria, entre otros.
Rodríguez Ramos ha hecho hincapié en que el cambio climático ha sido uno de los impulsores de esta crisis alimentaria global, ya que ha aumentado los riesgos para la seguridad alimentaria al disminuir la productividad y reducir el valor nutritivo de los alimentos. En este sentido, ha enfatizado la necesidad de transformar los sistemas de producción y distribución de alimentos para que sean más sostenibles, justos e inclusivos y garantizar el derecho a la alimentación.
En palabras de la eurodiputada, “la Comisión Europea tiene un compromiso firme con el Pacto Verde Europeo y la Estrategia De la Granja a la Mesa”, que buscan adaptar las políticas de la Unión Europea en materia de clima, energía, transporte y fiscalidad para reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero y lograr la neutralidad climática en el continente. Además, la Ley Europea de Restauración de la Naturaleza, una propuesta que ella lidera por parte de su grupo, Renew Europe, busca restaurar áreas degradadas y aumentar la resiliencia de los sistemas alimentarios frente a los impactos del cambio climático.
Soraya Rodríguez ha insistido en la importancia de las mujeres, que representan casi el 50 por ciento de la fuerza laboral en el medio rural y agrícola. Abordar las barreras de género, garantizar un acceso igualitario entre hombres y mujeres a los recursos y promover la participación activa de las mujeres en la toma de decisiones para lograr comunidades resilientes y sostenibles, sin duda puede aumentar el rendimiento agrícola y reducir el hambre significativamente.
En conclusión, los parlamentarios y parlamentarias tienen un papel fundamental en la implementación de compromisos contra la inseguridad alimentaria, el cambio climático y la transformación hacia sistemas alimentarios sostenibles para la consecución del Hambre Cero en el mundo. “La importancia del diálogo continuo con las partes interesadas y el empoderamiento de los socios de terceros países para garantizar que nadie quede rezagado en esta transición”, ha concluido.
