Randa Siniora es directora general del Centro de Mujeres para la Ayuda Legal y el Asesoramiento (WCLAC) y activista palestina de los derechos humanos en Jerusalén.
Randa George Yacoub Siniora es una mujer al frente del Centro de Mujeres para la Ayuda Legal y el Asesoramiento (WCLAC) y activista palestina de los derechos humanos.
Durante más de tres décadas, Siniora ha dedicado su vida al pueblo palestino y a la defensa de los derechos de las mujeres. Su incansable empeño la llevó a convertirse en la primera activista palestina en dirigirse al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en 2008. Lo hizo para visibilizar la alta tasa de violencia doméstica y feminicidios que se producen en los Territorios Palestinos Ocupados.
El Centro de Mujeres para la Ayuda Legal y el Asesoramiento, donde Siniora desempeña su cargo como directora general, fue fundado en Jerusalén en 1991 y goza de estatus consultivo a través del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC). Tiene como objetivo abordar las causas y consecuencias de la violencia de género dentro de la sociedad palestina, y el impacto que tiene la ocupación israelí en la vida de las mujeres desde una perspectiva de género.
En muchas ocasiones, el sistema israelí deniega los permisos de residencia temporal y el derecho a la reunificación familiar a las mujeres palestinas de Cisjordania y de otras partes de los Territorios Ocupados Palestinos a pesar de estar casadas con palestinos de Jerusalén o de que sus maridos posean la ciudadanía de Israel. Esto provoca que las que se quedan o consiguen llegar a Jerusalén, eviten a toda costa salir de sus casas, ya que su presencia en las calles se considera ilegal y temen ser capturadas por la policía.
Pero el infierno para las mujeres palestinas no termina aquí. En situaciones de divorcio o disputas entre cónyuges con nacionalidad israelí, ellas se enfrentan a muchas dificultades para acceder a los tribunales y dar seguimiento a sus casos, ya que pierden sus permisos de residencia temporal. Las leyes de Israel les restringen la circulación, no pueden vivir en la misma ciudad que sus hijos, ni siquiera visitarlos, y se les deniegan muchos otros servicios básicos como la atención médica.
Por otro lado, cuando hay violencia de género de por medio, muchas de las mujeres que sí poseen la residencia temporal se ven forzadas a quedarse con sus maridos maltratadores en Jerusalén para no perderla, frente al miedo de verse separadas de sus hijos para siempre.
Gracias a la labor de Siniora y WCLAC, conocemos la doble opresión que sufren las mujeres palestinas, por ser mujeres y palestinas. Además, desde la organización también prestan asesoría jurídica a mujeres palestinas. Según la WCLAC, el 70 % de los servicios legales y sociales prestados hasta ahora a las mujeres víctimas de violencia de género han sido destinados a mujeres de Cisjordania casadas con habitantes de Jerusalén. Las políticas israelíes de reunificación familiar y permisos de residencia dejan a las mujeres palestinas vulnerables tanto al sistema patriarcal como a las políticas de ocupación de Israel, exacerbando así su sufrimiento.
Sin embargo, el trabajo de las ONGs palestinas en Israel no es fácil, ya que los hostigamientos por parte de las autoridades israelíes son continuos. Muchas son tratadas como organizaciones criminales y sus oficinas son cerradas. En 2021, el gobierno israelí declaraba “terroristas” a 6 organizaciones sin ánimo de lucro, entre las que se encontraba la Unión de Comités de Mujeres Palestinas, entidad feminista dedicada a la defensa de los derechos humanos.
Desde Mujeres al Frente hemos querido contribuir a dar voz a la importante labor que WCLAC y Randa Siniora, desde su liderazgo como mujer, realizan en Palestina. Compartimos su deseo y la esperanza de que Israel ponga fin a la ocupación y a la discriminación en los Territorios Palestinos y que ninguna mujer palestina tenga que volver a sufrir la condena de vivir sin hogar, sin familia y sin libertad.