- El Parlamento Europeo hace un llamamiento al Congreso de los Estados Unidos para que apruebe una ley que proteja el aborto legal y seguro a nivel federal, tras la anulación por parte del Tribunal Supremo de la sentencia Roe contra Wade.
- Renew Europe presenta una enmienda específica para incluir el derecho al aborto en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea.
- Soraya Rodríguez (vídeo): “Cuando se prohíbe el aborto, el aborto no disminuye, sino que se incrementan las mujeres que tienen que abortar en condiciones de clandestinidad”.
El pasado 24 de junio, el Tribunal Supremo de Estados Unidos anuló la histórica sentencia del caso ‘Roe contra Wade’ que, desde 1973, garantizaba la interrupción voluntaria del embarazo como un derecho constitucional. Esto ha abierto el camino para que el aborto pueda ser ilegalizado en los estados que así lo decidan. Hasta la fecha, 9 estados han introducido medidas restrictivas en este sentido que vulneran los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
Esta decisión no solo amenaza con negar la libertad y la autonomía corporal a las ciudadanas estadounidenses. Denegar el acceso a la salud es una forma de violencia contra las mujeres y las niñas. Además, acrecentará las desigualdades: las mujeres en situación de mayor vulnerabilidad serán las que sufrirán más intensamente las consecuencias. Este debate no va del derecho a la vida: cuando se prohíbe el aborto, el aborto no disminuye, sino que se incrementan las mujeres que tienen que abortar en condiciones de clandestinidad. Las interrupciones de embarazo seguirán produciéndose, aunque con métodos más inseguros y menos fiables, y las mujeres deberán, para ello, arriesgar sus vidas. Los abortos clandestinos son una de las principales causas de mortalidad materna.
El hecho de que EEUU, una de las democracias más avanzadas del mundo, vulnere un derecho fundamental es un desencadenante que aviva una amenaza que está teniendo lugar en muchos lugares del mundo e, incluso, en algunos Estados miembros de la Unión: el retroceso en los derechos de las mujeres y, más concretamente, al acceso a un aborto legal y seguro.
Antes de esta decisión y a raíz de la filtración del borrador que anticipaba la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos, como portavoz de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género de Renew Europe, decidí enviar una carta al Tribunal Supremo de Estados Unido pidiendo que respetase los derechos de las mujeres [enlace] y defendiese el caso ‘Roe contra Wade’. Siempre he considerado que el derecho a elegir de las mujeres no debe ser cuestionado.
En este contexto, el pasado 9 de junio, por una amplia mayoría, el Parlamento Europeo aprobó una primera resolución, haciendo un llamamiento al Congreso de los Estados Unidos para que apruebe una ley que proteja el aborto a nivel federal. En ella, mostramos nuestra total solidaridad y apoyo a las mujeres y niñas de este país e instamos a garantizar sus derechos y protección legal. Con esta resolución, también nos reafirmamos en la necesidad de garantizar el derecho al aborto y la salud de las mujeres en la Unión.
Esta coyuntura nos dejó claro que tenemos que conseguir que el aborto sea un derecho fundamental en la Unión Europea. Los derechos valen lo que valen sus garantías. Por ello, decidimos presentar una resolución en el pleno de Estrasburgo de julio, que lideré por la parte de mi grupo político, Renew Europe, y que tuvo un amplio apoyo, con un mensaje y una enmienda específica para incluir el derecho al aborto en la Carta de Derechos Fundamentales de la UE y proteger así a todas las mujeres europeas, también en países como Hungría, Polonia, Malta o Eslovaquia.
Toda persona tiene derecho a un aborto seguro y legal. Los derechos humanos no son divisibles ni excluyentes: no puede haber cartas de derechos fundamentales que dejen fuera a la mitad de la población.