Comisarias y eurodiputados de distintas nacionalidades y grupos firman la camiseta de la Selección Española de Fútbol como muestra de apoyo a la futbolista Jenni Hermoso.
El beso no consentido de Luis Rubiales a Jenni Hermoso, delantera de la Selección Española de Futbol, fue retransmitido en directo durante la entrega de premios. No era un hecho aislado. Como sucede a menudo, era solo la punta del iceberg.
Las jugadoras de la Selección Española de Fútbol han tenido que ganar un mundial para que el mundo las escuche. Llevan años relatando, sin ser escuchadas, los tratos vejatorios y degradantes que han sufrido durante décadas, la discriminación que sufren en sus condiciones laborales. La diferencia es que esta vez la agresión fue vista por millones de espectadores de todo el mundo. La abochornante rueda de prensa posterior de Rubiales (en ese entonces, todavía presidente de la Real Federación Española de Fútbol y vicepresidente de la UEFA) evidenció el abuso de poder y su superioridad jerárquica. El buque Rubiales todavía tardaría unos días en hundirse. Pero había chocado ya, de frente, contra una sociedad que no es la misma de antes, que se mantuvo atenta a las presiones que recibieron la jugadora y su familia, que las arropó y apoyó su grito unánime de #SeAcabó. La violencia y la discriminación en el mundo del deporte se han vuelto más visibles gracias a que España ganó la Copa Mundial Femenina de la FIFA.
En este contexto, he liderado la iniciativa en el Parlamento Europeo y he defendido, en el Pleno de Estrasburgo, que la camiseta de la Selección Española de Futbol sea un símbolo de tolerancia cero a la discriminación y la violencia sexual en el deporte, tanto en España, como en Europa y en todo el mundo.
La comisaria de Valores, Vera Jourová, Helena Dalli, comisaria de Igualdad, y el portavoz de Renew Europe, Stéphane Séjourné, han estampado su firma en la prenda, así como también eurodiputados de nacionalidades y partidos políticos diversos. Nuestro objetivo es enviarla a la Selección Femenina de Fútbol para que Jenni Hermoso y todas las jugadoras reciban el apoyo de la Eurocámara.
Si los responsables políticos en España hubieran actuado a tiempo, Rubiales no habría dimitido; habría sido cesado. Aunque el beso no consentido del expresidente de la Federación está en los tribunales, como eurodiputada española quiero recordar que la responsabilidad de que esto no vuelva a pasar también está en el Parlamento Europeo. La voz y el apoyo de la Eurocámara son pasos importantes hacia la erradicación de estos problemas, y la responsabilidad de todos nosotros, como sociedad, es continuar promoviendo que el deporte sea un espacio seguro, ejemplo de igualdad y tolerancia en todo el mundo.
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La comisaria de Valores, Vera Jourová, Helena Dalli, comisaria de Igualdad, y el portavoz de Renew Europe, Stéphane Séjourné, han estampado su firma en la prenda, así como también eurodiputados de nacionalidades y partidos políticos diversos.