Por Soraya Rodríguez Ramos

InicioEntradasLa violencia sexual contra las mujeres: arma de guerra en Ucrania

La violencia sexual contra las mujeres: arma de guerra en Ucrania

  • El Parlamento Europeo aprueba Resolución sobre el impacto de la guerra contra Ucrania en las mujeres y condena el uso de la violencia sexual como arma de guerra.
  • Soraya Rodríguez Ramos (Renew Europe): “La UE tiene que defender que no estamos ante daños colaterales de la guerra, sino ante crímenes de guerra”.

Una vez más, la guerra ha convertido el cuerpo de las mujeres en un campo de batalla. Escuchando los testimonios de las supervivientes, no cabe duda de que las violaciones, los abusos y la violencia sexual son armas de guerra usadas por las tropas criminales de Rusia en Ucrania. “Os violaremos hasta que no sintáis deseo de dar a luz a nuevos ucranianos”. Es una de las frases que la Defensora del Pueblo, Lyudmyla Denisova, ha señalado como recurrentes en las declaraciones de las víctimas. Ucrania no iba a ser una excepción: la guerra impacta de manera específica y desgarradora en las mujeres y niñas. 

La Unión Europea no puede permanecer impasible ante esta situación. La modificación de las normas de la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Judicial y Penal (Eurojust), el pasado mes de mayo, para que pueda recopilar las pruebas de crímenes de guerra es una buena noticia, garantizando por ejemplo que los autores de crímenes cometidos en Ucrania no queden impunes. La Agencia a partir de ahora podrá conservar, analizar y almacenar pruebas relacionadas con los crímenes internacionales más importantes, como los crímenes de guerra, los crímenes contra la humanidad y el genocidio. La coordinación y el intercambio de pruebas entre las distintas autoridades competentes será esencial para garantizar la eficacia de las investigaciones que se lleven a cabo. Esta decisión nos permitirá tomar todas las medidas que estén en nuestra mano para asegurarnos de que los autores respondan de sus crímenes ante la Corte Penal Internacional o tribunales especiales de guerra.

La guerra agrava el problema de la violencia sexual: la trata de mujeres ucranianas con fines de explotación sexual

El impacto de la guerra en las mujeres que han huido de Ucrania es también innegable. El desplazamiento de más de 7 millones de personas fuera del país, en su gran mayoría mujeres y niños, ha creado el entorno perfecto para el aumento de personas víctimas de trata. El riesgo es de tal magnitud que urge un compromiso común a nivel europeo contra la trata y la operacionalización del Plan Común contra la Trata para apoyar a las víctimas potenciales

Las guerras acentúan las desigualdades preexistentes. Las dificultades de las mujeres ucranianas existían antes de la guerra. Según estima la Organización Internacional de Migraciones (OIM), 46.000 ucranianas fueron víctimas de trata entre 2019 y 2021, siendo las víctimas más comunes de tráfico de personas hacia la UE. Es nuestra responsabilidad contribuir a mitigar el infierno en el que se encuentran muchas mujeres refugiadas en territorio europeo. Por ejemplo, debemos evitar que se vean obligadas a continuar adelante con un embarazo fruto de una violación utilizada como arma de guerra en Ucrania. Es urgente que todos los países miembros pongan a disposición su cartera de servicios sanitarios para que las mujeres ucranianas que así lo decidan puedan acceder a un aborto seguro en cualquier país de la Unión. Es su derecho. Es nuestra obligación. 


En la trata, no solo hay una víctima vulnerable y una organización criminal para captarla: hay un tercer actor fundamental, los usuarios de los servicios sexuales de las personas tratadas. Es terrible observar los anuncios que ofertan servicios sexuales de mujeres ucranianas en numerosos países de la Unión. No es verdad que haya un ejercicio libre y legítimo: una joven de 20 años, que tiene que huir a causa de la guerra, no ejerce la prostitución voluntariamente. Por ello, hacen falta campañas para concienciar a los usuarios y advertirles de que, si conocen efectivamente la situación de  una víctima de trata, serían cooperantes de un delito de trata y explotación.

Soraya Rodríguez pide que se facilite el aborto a las ucranianas violadas en la guerra y campañas de concienciación destinada a los usuarios europeos, ante la proliferación de publicidad de servicios sexuales de mujeres ucranianas. 

Comisión FEMM, 21/04/2022.

El posicionamiento del Parlamento Europeo sobre el impacto de la guerra contra Ucrania en las mujeres

Como en tantos otros conflictos, es imprescindible tener una mirada de género en este asunto. En el Parlamento Europeo, aprobamos el pasado 5 de mayo, por una amplia mayoría, una Resolución sobre el impacto de la guerra contra Ucrania en las mujeres, que lideré desde Renew Europe. En ella, pedimos que se garantice la correcta y plena aplicación de la Directiva de protección temporal en los veintisiete Estados miembros, que vele por que las mujeres refugiadas que huyen de la guerra se beneficien plenamente de los derechos que en ella se consagran. 

Además, condenamos el uso de la violencia sexual y de género,  tanto dentro de Ucrania, en los centros de tránsito, como en el resto de territorios de la Unión. La UE tiene que defender que no estamos ante daños colaterales de la guerra de Putin, sino ante crímenes de guerra. 

Vídeo destacado

Intervención de Soraya Rodríguez (Renew Europe) en el Pleno del Parlamento Europeo, el 5 de mayo de 2022: “La UE tiene que defender que no estamos ante daños colaterales de la guerra, sino ante crímenes de guerra”

Fotografía: Ukrainian children are fleeing Russian aggression. Przemyśl, Polonia. 27/02/2022. Mirek Pruchnicki (CC-BY)

Soraya Rodríguez Ramos

Mujeres al frente es un espacio de reflexión dirigido por la política y abogada española Soraya Rodríguez Ramos. Desde 2019, es diputada del Parlamento Europeo en la delegación del partido Ciudadanos. Desde su escaño de eurodiputada, desarrolla un intenso trabajo como Portavoz de Derechos Humanos del grupo Renew Europe, así como por la defensa de la igualdad y derechos de las mujeres como titular de la Comisión de Igualdad, y miembro de la Comisión de Medio Ambiente, por su compromiso con el cuidado del planeta y la justicia climática.