Celebramos este 8 de marzo sin haber salido todavía de la pandemia del Covid-19, pero sintiendo y viviendo ya duramente sus consecuencias. Las mujeres han sido las más perjudicadas. El Covid-19 ha puesto de manifiesto la profundidad de la desigualdad de género en la que aún vivimos. Las mujeres han perdido más puestos de trabajo al no poder hacerlo en remoto. Las mujeres han asumido mucho más las tareas de cuidado al centrarse en los servicios públicos. Las mujeres han sufrido mucho más la violencia en el confinamiento en sus casas y en las redes sociales

Este 8 de marzo hay que celebrarlo, por lo tanto, en este contexto, siendo conscientes de los derechos y libertades que hemos adquirido en los últimos años, pero también de lo que nos queda por conseguir y avanzar. E indudablemente, debemos acordarnos de aquellas mujeres que lo han perdido todo bajo el terror de los talibanes en Afganistán y de aquellas mujeres que hoy están en la otra línea del frente, en Ucrania, defendiendo a sus madres, a sus hijos, en los subterráneos, en los refugios, en los sótanos, saliendo y huyendo del país como refugiadas de lo que ayer era su casa para salvar la vida de sus familias.

Esta semana del 8 de marzo quiero presentaros 8 mujeres al frente. Todas ellas son mujeres de distintos países que están dentro o fuera de él, luchando por los derechos humanos, por la libertad, por la paz y por la democracia. Son mujeres muy valientes, como las ha habido a lo largo de toda la historia, pero hoy, y más que nunca en esta semana, es necesario conocerlas y estar con ellas.